El efecto moderador del Apego Seguro o Inseguro en la reversibilidad de los efectos neurológicos del Estrés Tóxico Prenatal

28

noviembre

2023

5 minutos

La asunción de que el desarrollo se configura a través de un proceso altamente complejo de interjuego de factores biológicos y ambientales (Sameroff, 2000) hace razonable incluir al estrés prenatal en el listado de factores que pueden afectar negativamente al desarrollo, especialmente cuando se combina con otros factores de riesgo.

Bajo este término genérico se incluyen y se han estudiado situaciones diversas como la ansiedad y depresión maternas, dificultades de relación, tensión laboral o catástrofes naturales o provocadas (Glover, 2011). Los hallazgos de algunos estudios sugieren una relación entre el Estrés Prenatal y una larga lista de problemas emocionales y de regulación neurológica. Los hallazgos de un relevante estudio longitudinal llegaron a mostrar indicios de que niveles elevados de ansiedad-estado en la madre a las 12-22 semanas de gestación están relacionados con un estilo cognitivo impulsivo y puntuaciones inferiores en pruebas de inteligencia cuando los niños alcanzan 14-15 años de edad y que la ansiedad prenatal durante el embarazo podría llegar a explicar el 22% de la varianza en los síntomas de trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en niños de 8-9 años  (Van den Bergh et al., 2005).

Estos hallazgos apoyarían la hipótesis de que existe una programación fetal debida al estrés o ansiedad maternos y que los efectos de este ambiente prenatal interactúan con factores genéticos para determinar el fenotipo en el nacimiento.

Pero, hay una pregunta esencial que es imprescindible hacer: ¿Los efectos negativos del estrés tóxico en la arquitectura cerebral son siempre irreversibles?

Investigaciones con animales han mostrado que ciertos tipos de modificaciones epigéneticas que se pensaba que eran permanentes pueden ser revertidas bajo ciertas condiciones (Champagne y Curley, 2009; Szyf, 2009). Hay datos que señalan que los animales que reciben lo que se puede entender por cuidado parental óptimo muestran una reducción en los efectos comportamentales del estrés (Meaney, 2001; O’Donnel, Larocque, Seckl y Meaney, 1994).

En el caso de humanos, hay investigaciones que indican que los efectos negativos del estrés prenatal en el desarrollo cerebral fetal podrían ser moderados por el efecto de variables como el apego.

Presentamos aquí dos artículos en los que se describen los resultados de un estudio longitudinal llevado a cabo con 125 diadas madre-hijo por el equipo de Bergman y que fueron publicados hace ya más de 12 años (Bergman, Sarkar, Glover y O’Connor, 2010; Bergman, Sarkar y O’Connor, 2008).

Los resultados de este estudio mostraron una asociación inversa entre el nivel de cortisol en el líquido amniótico medido a las 17 semanas de gestación y las puntuaciones de los niños/as a los 17 meses de vida en una escala de desarrollo cognitivo.

Sin embargo, esta asociación quedó claramente moderada por una interacción con la calidad del apego materno-infantil. Mientras que el nivel de cortisol predijo -a través de una relación negativa- el desarrollo cognitivo en diadas madre-hijo con un apego inseguro, la relación entre ambas variables fue prácticamente nula en diadas con apego seguro. Además, esta interacción -y por tanto el efecto moderador del tipo de apego- fue independiente del efecto de otras variables psicosociales -eventos estresantes y complicaciones obstétricas- pre y postnatales evaluadas.

En el mismo estudio se evaluó de manera observacional el temperamento de los mismos niños a partir de la intensidad de su reacción de miedo frente a una situación impredecible. Los resultados indicaron una asociación positiva entre el nivel de ansiedad materna prenatal y la intensidad del miedo expresado por los niños a los 17 meses de edad.

Sin embargo, esta asociación quedó nuevamente moderada por la calidad del apego materno-infantil. La relación entre el nivel de ansiedad materna y la intensidad del miedo del niño fue mucho mayor en las diadas madre-hijo con apego inseguro-ambivalente que en las diadas con apego seguro. Los resultados sugieren que un tipo de apego inseguro-ambivalente acentúa la relación entre la exposición a un alto nivel de estrés prenatal y la intensidad de miedo del niño evaluada a los 17 meses de vida.

Los resultados de este estudio longitudinal son muy relevantes porque fueron los primeros que proporcionan evidencia directa en humanos de que el efecto del nivel de cortisol prenatal materno -marcador del grado de ansiedad que experimenta la madre durante el embarazo- en el desarrollo cognitivo y emocional del niño puede ser moderado e incluso eliminado si éste dispone de un ambiente externo que le posibilita establecer un vínculo de apego seguro.

También proporciona información relevante que sugiere que si un niño se desarrolla en un ambiente prenatal inadecuado -en este caso con niveles elevados de cortisol materno- y en los primeros momentos del desarrollo postnatal la relación que tiene con sus cuidadores desemboca en un tipo de apego inseguro-ambivalente, los efectos en el desarrollo se mantienen en periodos posteriores.

Las conclusiones y la aplicabilidad de los resultados de éste y otros estudios similares parecen evidentes.

  • Resulta imprescindible o muy necesario y conveniente evitar las situaciones estresantes durante la gestación o reducir el nivel en que la madre experimenta emociones negativas (ansiedad, depresión, etc.) asociadas al estrés. Como decía un importante investigador y estudioso del desarrollo infantil (David Wolfe): ”hacer un poco más fácil la vida a todas las madres embarazadas no es muy costoso y puede tener efectos muy importantes para su bienestar y el bienestar de sus hijos”.
  • En aquellas situaciones en las que no se hayan podido evitar las situaciones estresantes durante la gestación, resulta imprescindible poner los medios necesarios para conseguir desde los primeros momentos de la vida una interacción adecuada (sensibilidad y accesibilidad) entre la madre y el bebé que permita el desarrollo posterior de un apego seguro en el niño o niña.

Enlaces a los documentos originales de los estudios:

Maternal prenatal cortisol and infant cognitive development

Quality of child parent attachment moderates the impact of antenatal stress